¿Que hacer en Udaipur? Pues relajarte y disfrutar , que la ciudad está diseñada para eso 🙂
Udaipur es una de esas ciudades que te reconcilian con la India y donde el progreso apoyado en el turismo se hace más patente.
En Udaipur te da la impresión de que la comunidad ha asumido que si el turista está a gusto volverá o hablará bien de la ciudad y se ha puesto manos a la obra: las calles estan limpias – para lo que es la India -, los vendedores no son excesivamente pesados y se ha construído una infraestructura importante pensando en los gustos occidentales: cafés, multitud de agencias de viajes, restaurantes con vistas más o menos seductoras etc
La ciudad parte de una posición privilegiada al borde del Lago Pichola (la foto está tomada desde un mirador al que se llega en teleférico (preguntar por el “cable car” a un conductor de tuk tuk, unas 80 Rp)
Mediante la construcción de un enorme dique – no sale en la foto – uno de los Maharajás reinantes amplió espectacularmente la capacidad del lago, anegando el pueblo que se asentaba en su camino ya de paso 😡
Y a partir de ahí el refinamiento se vuelve protagonista y va impregnando a toda la ciudad: primero, claro está, en la casta reinante que se apresura a construir un palacio de fantasía justo en las orillas del lago
Luz, color, agua, harem, misterio…todo lo que puedes esperar de un palacio oriental, un frenesí de derroche a mayor gloria del Maharajá y sus sucesores, que fueron ampliando patio a patio, fachada a fachada la obra de sus padres.
La alta burocracia no se iba a quedar atrás en lo que a lujo se refiere: muy próximo al Palacio Real el Bagore-Ki Haveli fue construído por uno de los primeros ministros siguiendo su estela – aunque a menor escala
Espacios íntimos y elegantes, más cercanos al buen gusto que a la ostentación. Tiene una curiosa colección de turbantes con uno de unos 30 kg que solo podría ser llevado por el tio más cabezón del mundo supongo…
El estrato intermedio – los mercaderes y artesanos – también participa de esta filosofía: diarios forrados en cuero, artesanía, textiles etc; todo en tiendas limpias y bien cuidadas, con personal que habla en inglés y lo que haga falta con tal de venderte algo….
También hay negocios un tanto peculiares
Del pasado al presente no hay tanta distancia: algo (mejor dicho, mucho) de lujo representa el Lake Palace, el icónico hotel cuasi sumergido en una isla en mitad del lago.
Se puede acceder únicamente para alojarse, comer o cenar y ya sólo la barca que te lleva hasta allí vale 450 Rp (se coge desde la taquilla del Palacio Real)
Te vas a cansar de oir que allí se rodearon escenas de la peli de James Bond Octopussy e incluso un bar la pone todas las noches – no quiero imaginar el trauma que tendrán los camareros con esto 😂
Y del presente pasamos al Más Allá , concretamente al Cementerio de Ahar
Decenas de copos de nieve y marmol acogen los restos de diversos Maharajás a unos 3-4 km del centro de Udaipur. Elegancia también para morir. Menos elegante es la conducta del guardia que custodia el mausoleo que con toda la jeta te extorsiona 100 Rp por el derecho a hacer fotos
Pero para mí si me preguntaran una sola actividad que hacer en Udaipur sería visitarla…de noche.
Si bien esto no es Europa por lo menos se han molestado en iluminar los principales edificios de Udaipur y la verdad es que el efecto es hermoso.
Puedes irte a cenar a uno de los numerosos roof top restaurants que han abierto o disfrutar con el espectáculo de danza + marionetas que se organiza en el Bagore-Ki Haveli (19:00-20:00 o 20:00-21:00) , muy muy bueno por sólo las 100 Rp que cuesta.
Sin perjuicio de todo lo dicho Udaipur sigue siendo la India: los tuk tuk te van a intentar timar, los comerciantes son pelmazos y la ciudad no huele a rosas pero dentro de lo que cabe es una ciudad hecha para relajarse, un agradable oasis en el caos que es este país.
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Y si quieres leer algo más sobre la India: http://999millas.net/category/paises/india/
Te xto y fotos : Mike !