En mitad del desierto se haya esta ciudad, parada obligatoria en la Ruta de la Seda.
Prácticamente todo el mundo llegará hasta aquí en uno de los modernos (y españoles) trenes rápidos Talgo que ha comprado el gobierno uzbeko, pero si te sientes con algo de animo aventurero te aconsejo llegar en taxi compartido bien desde Jiva (mi caso) o bien desde Samarcanda.
Quien hay estado en Turquía o cualquier lugar del Caucaso conocerá bien este concepto del taxi compartido: te metes con otros 3 desconocidos en un taxi para ahorrar costes. Afortunadamente no se llega hasta los extremos de República Dominicana (donde logran meter a 6 personas en un taxi, 2 adelante y 4 atrás) así que el viaje se hace más o menos cómodo, sobre todo si coges la plaza delantera (pagarás un poco más que tus “comprimidos” compañeros de las plazas posteriores)
Prepárate para unas horas de viaje atravesando el desierto: la autopista a medio construir serpentea por las pequeñas dunas habitadas solo por aburridos matorrales y arbustos que, como en las películas del Oeste, se meten por la carretera empujados por el viento.
Desaconsejo este viaje en taxi a quien sea medianamente aprensivo: la prudencia NO es una de las mejores virtudes de estos taxistas quienes, una vez lleno el taxi, se apresuran a velocidad suicida por la carretera para llegar lo antes que puedan al destino realizando las más variopintas y temerarias maniobras: meterse por la arena del desierto, adelantar por la derecha, invadir el carril contrario y exigir con las luces a quien viene de frente que se quite..!! lo suficiente para perder todos los puntos del carnet sólo en la primera hora de viaje !!
Una cosa curiosa de Uzbekistan: cuando tengas que parar en una gasolinera a repostar los pasajeros del coche, taxi etc tienen que bajarse a la entrada de la gasolinera y son recogidos a la salida; me dio la impresión de que tampoco puedes repostar por tu cuenta sino que el deposito te lo tiene que llenar un empleado de la gasolinera, en fin….
LA VISITA
Bujara, como el resto de la ciudades en mitad del desierto de la Ruta de la Seda, se hallaba en medio de un oasis. Los restos de este pasado te los encuentras en alguna de las fuentes que todavía subsisten en mitad de la ciudad
Estamos en la Plaza Lyabi Hauz. Para ser uno de los principales centros turísticos de la ciudad está bastante tranquila. Se nota que el turismo de masas todavía no ha llegado a Uzbekistan porque sólo hay una chaikhana alrededor de este simpatico lago y está “habitada” por uzbekos.
Las chaikhanas son el equivalente a nuestros bares. A diferencia de los establecimientos occidentales no hay una mesa rodeada de 4 sillas, sino que lo habitual en esta zona de Asia es que pongan sobre una plataforma elevada una mesa baja, muy ancha, y que te sientes de rodillas o con las piernas cruzadas al lado de ella sobre unas alfombras
Volviendo a la plaza, está rodeada no sólo de los antiguos bazares de la ciudad, sino de numerosas madrasas y mezquitas.Los 3 edificios principales que las rodean fueron construidos alrededor de la fuente por uno de los Grandes Visires del S XVII, con la idea de “cerrar” la plaza, que era usada como mercado por ser de los escasos terrenos francos de la ciudad.
El gobierno uzbeko ha tenido a bien colocar diferentes museos en el interior de cada uno de estos edificios, así que la visita sale un poco más amena que visitar tienda tras tienda.
Una de las mejores es la Mezquita Magoki Attori, que custodia un museo de alfombras
Entro y me encuentro un torno de estos eléctricos desconectado y un grupo de mujeres tomando te y samsas en un cuarto que es la taquilla, totalmente ignorantes de mi presencia.
Las samsas…(muchas veces lo verás escrito como camca o çamça)…estas pequeñas empanadillas de carne son el snack preferido de los uzbekos, te las encuentras (y las cocinan) a cualquier hora del día y en todo tipo de hornos improvisados: en la calle, en panaderías, en casa de algún vecino…cualquier sitio vale para cocinarte una samsa (unos 6.000 soms, 50 cent de euros, cada una)
Las mujeres se percatan de mi presencia, me cobran la entrada y me regalan unas samsas. El museo es pequeño e interesante (si adoras las alfombras) y afortunadamente con letreros en ingles (no siempre es así en Uzbekistan)
La joya de la corona de esta plaza es la Madrasa Nadir Divanbegi
Obviamente lo que más choca es la representación de animales (en este caso dos pájaros llevándose un ciervo entre sus garras) y un sol con una cara humana, algo totalmente prohibido por el Islam. Quizás la razón de esto es que el edificio en principio se diseñó para ser usado como un caravasar (lugar de reposo para los integrantes de las caravanas) y no como un edificio religioso.
Aunque en el interior te encuentra con los inevitables puestecillos que te venden de todo hay una mini exposición interesante que muestra cómo eran las pequeñas celdas en las que se alojaban antiguamente los estudiantes, los llamados hudjrs
Presumo que la habitación la han decorado de manera algo idealizada: para empezar dudo mucho que tuvieran tantas alfombras (un articulo de lujo) y probablemente tampoco todos los estudiantes tendrían instrumentos musicales; por otro lado el atril para el Corán es seguramente genuino, de hecho al otro lado de la plaza en vivo y en directo puedes ver a los artesanos tallar estos atriles a mano, sin maquina alguna
En la parte opuesta de la plaza está El Barrio Judío: un buen numero de callejuelas dispuestas sin plano alguno con casa hacinadas en las mas diversas formas
Salvo una sinagoga que permanecía cerrada lo único que vi eran hoteles tras hoteles…como en el resto de las ciudades turísticas de Uzbekistan quien se ha encontrado con un pequeño piso en la antaño decadente zona vieja de las ciudades ahora se ha encontrado que tiene un chollo y las guest houses empiezan a surgir como setas….
Vayamos ahora a la edificación más antigua: el Ark (ciudadela)
El hecho de pagar 25.000 sums para visitarlo te augura que algo espectacular te espera (normalmente en Bujara la entrada normal son 10.000 soms para cualquier cosa) pero a la hora de la verdad la visita se hace algo descafeinada: poco queda ya de lo que debió ser la elegante corte de los khanes (principes) de antaño…de hecho no he guardado ninguna foto del interior de la fortaleza.
Eso no significa que esté mal del todo: han aprovechado el espacio libre para montar un montón de exposiciones que, aunque brevemente rotuladas en inglés, hacen amena la visita.
Una cosa curiosa de los museos y atracciones turísticas uzbekas: debido a los rigores del clima todas las habitaciones suelen estar cerradas, de tal manera que como andes despistado puedes perderte la mitad de las salas de un museo si piensas,erróneamente, que una habitación no está accesible….tú intenta meterte en todas partes y si está prohibido o cerrado pues ya te darás cuenta….
Delante del Ark hay una torre que antes era un depósito de agua construido por los rusos y ahora creo que han puesto un restaurante ahí arriba (y también hay uno abajo)
Enfrente del Ark tenemos la Mezquita Boloi Havz
Aquí estamos, en la Mezquita del Viernes de Bujara (en toda ciudad hay una “Mezquita del Viernes”) y a la que bajaba el khan desde su ciudadela dichos días para participar en la oración.
El diseño que veis (con el iwan o porche sostenido por un montón de columnas de madera) te lo vas a encontrar en todas partes aquí en Uzbekistan; de hecho es tan popular que según vayas circulando por las diferentes carreteras te encontraras muchos talleres que siguen tallando el mismo modelo sobre la misma madera y muchos ciudadanos las colocan en los porches de sus casas (quien se las puede costear, claro…)
Esta plaza, con su pequeño y abandonado estanque y la preciosa mezquita, ejemplifica un poco para mí lo que, a mi juicio, han hecho mal en la restauración y mantenimiento de la ciudad: el estanque está abandonado y sucio y en la plaza predomina el cemento
¿Tan difícil sería plantar decenas de árboles y flores como están haciendo en Jiva y retirar tanta losa de cemento? Ni me imagino el “efecto sartén” que debe tener tanto cemento en verano…
Me acerco a la mezquita, que por lo demás es maravillosa. Están limpiando las alfombras y me da la impresión de que está cerrada al público. Me hago el loco y entro. Antes de que amablemente me echen veo que al interior le han colocado unas extrañas luces de neón (?) que desde luego casan mal con lo que debería ser un lugar de oración.
Justo al lado del Ark hay un pequeño edificio con lo que era la prisión (Zindon).
Más allá de una exposición con herramientas propias del oficio (sólo ver el latigo ya dolía, solían impregnarlo con sal para que doliera más) lo mejor es una pequeña muestra de las fotos y pinturas de la Bujará del S XIX
Esta es la celda de la “prisión por deudas”, aquí terminaban los morosos…
Avanzando un poco más hacia el este llegamos al punto fuerte de la ciudad: la plaza Po-i-Kalyan donde se haya el Minarete Kalon y de las dos madrasas enfrentadas.
El minarete ha sobrevivido a Genghis Khan, que arrasó la ciudad y nos privó la posibilidad de disfrutar de su bazar en todo su esplendor, y a los bolcheviques, que en 1920 tuvieron a bien llenarlo de metralla…afortunadamente hoy se encuentra plenamente restaurado a su aspecto original, como toda la plaza.
Tráete unos prismáticos para poder apreciar las bandas que lo rodean y que, escritas en arabe, se supone que dan fe de quien su arquitecto y de la fecha de su construcción.
Hasta donde yo entiendo no dejaban subir hasta arriba. Casi es un alivio porque antes de la llegada de los rusos los únicos que subían, ademas del muecín, eran los condenados a muerte, que eran arrojados desde lo alto hasta el suelo…
Así de bien se nos aparece el Minarete por la noche
Obviamente cualquier momento del día es apto para visitar esta maravillosa plaza, pero recomiendo especialmente el atardecer (cuando los ladrillos se tornan rojizos con la luz del ocaso)
De todas las madrasas (y han sido muchas) que he visitado sólo una de estas, la Mir-i-Arab presente en la plaza, es la que propiamente todavía funciona como una escuela; de hecho fue la única que yo sepa en Uzbekistan que siguió operando como tal cuando los bolcheviques llegaron al poder en Rusia
No te dejan entrar dentro, pero puedes ver el trajín de los estudiantes (todos hombres) entrando y saliendo con el mismo uniforme y un gorrito. Puedes entrar dentro y asomarte por una ventana para ver….¡ unos chavales jugando en una mesa de ping pong !
Desde el Ark hasta la Plaza Lyabi Hauz atravesarás una serie de calles que antes constituían los bazares de Bujara
Antes estaban cubiertos, pero supongo que entre guerras y fenómenos naturales muchas de sus cúpulas y techumbres cayeron y sólo quedan unas cuantas en pie
Aunque no sea un bazar tan espectacular como otros que te puedes encontrar en Asia la verdad es que lo han puesto muy colorido y la visita se hace agradable : muchos de los tenderos visten el típico atavío uzbeko (una especie de chillaba larga con el enorme gorro-afro para cubrirles del frío), hablan ingles y a lo largo del paseo puedes encontrarte a los artesanos con sus labores: unos trabajando el cobre, otros tallando atriles para el Coral etc
El que quiera visitar el autentico bazar de la ciudad, donde la gente normal hace sus compras, deberá caminar como unos 10 minutos desde el Ark y dejando la Mezquita Boloi Haz hacia el noroeste por la carretera principal: allí se encuentra el Khalkov Bazar en el que te puedes encontrar de todo: ropa, SIMS para el movil, cambio de moneda y marshutki y taxis compartidos para cualquier lugar cercano
Y una vez que llega la noche toca comer algo calentito.
Una de las especialidades de Uzbekistan es este plato de aquí abajo llamado shurpa
Por sólo unos 15.000-18.000 soms (como 1,5 euros) te puedes poner este estofado que aunque servido en un plato pequeño tiene suficiente carne y grasa para mantenerte calentito en las frías noches del desierto.
EXCURSIONES DESDE BUJARA
Chor-Bakr
Esta enorme necrópolis está a unos 7 km de Bujara y es de fácil acceso.
Es una excursion ni de medio día, pero el lugar está tan bien conservado y es tan silencioso (comparado con Bujara) que merece la pena darse el paseo hasta aquí y perderte un poco entre sus tumbas y sus pavos reales, que pululan a su antojo por todo el complejo.
Aquí tenemos al simpático guardian del complejo. No, no acaba de levantarse de la cama y sale en bata a recibirme sino que esa larga túnica es el traje típico de la zona
Se supone que el complejo fue construido en honor a Abu Bakr Said, quien se supone que era un descendiente de Mahoma. Esta circunstancia fue la que llevó a Chor-Bakr a ser considerado uno de los lugares más santos del Islam uzbeko y una especie de paso previo para preparar la peregrinación a La Meca
El complejo consiste en una enorme mezquita, una madrasa y una khanata (una especie de “hotel” para fieles que querían retirarse del mundo para orar). Puedes visitar la mezquita y corretear libremente por las salas donde hay innumerables tumbas. No hay carteles indicativos de nada, por lo que la visita se hace a la vez sosa y emocionante, ya que con suerte tienes el complejo casi para ti solo.
Aparte de las salas el guardian tiene un pequeño zoo con halcones, un búho y un avestruz; debido a mi corto dominio del uzbeko nunca me llegué a enterar que pintaban estos animales encerrados en un lugar así…
Para llegar al lugar puedes o bien simplemente coger un taxi desde el centro de Bujará o animarte a ir hasta la parada de marshutki del Khalkov Bazar arriba citado; allí te hacinas con otras cuantas personas y por 2.000 soms llegas hasta allá.
El Palacio de Verano
Sitora-i Mokhi Khosa Saroy lo llaman, el Palacio de la Estrella como la Luna, construido a priori como un homenaje del Emir de Bujara hacia su fallecida esposa (como el Taj Mahal, pero menos espectacular…)
Es otra excursión sencilla de medio día y con cierto interés: el Palacio es una extraña mezcla entre la arquitectura tradicional uzbeka y los elementos mas modernistas del S XIX y en su ultima etapa de construcción fueron los arquitectos rusos quienes colaboraron en su diseño….no deja de tener su gracia que justo 3 años después de su completa finalización los rusos se cobraran su precio, cuando los bolcheviques llegaron a Bujara y acabaron con su independencia.
El recinto es enorme y por desgracia está algo desaprovechado: más allá de las estancias del Emir (que son curiosas) hay un lago al lado de la estancia principal en total estado de abandono, así como muchos de los jardines.
Parece ser que en tiempos pretéritos el lago estaba rodeado de una inmensa rosaleda donde las ! 400 ! concubinas del Emir pasaban el día tranquilamente, tratando de que éste se fijara en alguna de ellas…es fácil de imaginar la agradable sorpresa de las tropas rusas la primera vez que llegaron al Palacio…
La arquitectura refleja la esquizofrenia de los últimos gobernantes de Bujara, atrapados entre el ansia de parecer europeos (hay espejos traídos específicamente desde Venecia) y la necesidad de mantener sus tradiciones.
Para llegar ignoro si hay alguna marshutka que te lleve hasta aquí, pero la distancia es tan corta que puedes coger un taxi; el problema es a la vuelta, ya que no hay parada de taxis a la salida del Palacio y, al estar apartado, no pasa ninguno por ahí….tienes que darte el paseo hasta la carretera principal y una vez allí ya puedes parar a algún taxi.
Si le dices al taxista Emir Summer Palace a lo mejor no te entiende, es mejor escribirle lo dicho arriba : “Sitora-i Mokha Khosa”
TRANSPORTE EN BUJARA
El tren
Poco que decir aquí. La estación está realmente alejada del casco urbano (como unos 15 min en taxi).
Como siempre, si alguien va a coger un tren es mejor llegar con algo de antelación ya que hay un control de equipajes a la entrada.
Recordar también a quien quiera comprar el billete sobre la marcha que las taquillas en Uzbekistan siempre están separadas del edificio principal de la estación, y no tienes que pasar control alguno para entrar (mira a las flechas que indican la kassa)
Autobus y taxi compartido
Si quieres ir a Tashkent o Urgench en autobús o taxi compartido tienes que preguntar por la avtovokzal que está al lado del Kharvan Baazar (muy cerquita del Palacio de Verano de hecho, recuerda que la “kh” se pronuncia como “j”)
De hecho este esquema se va a repetir una y otra vez a lo largo de Uzbekistan y es muy practico: al lado de los principales bazares de las ciudades siempre encuentras transporte, ya sea interurbano o para ir/volver a la propia ciudad.
Cuando bajes del taxi un aluvión de ansiosos taxistas se abalanzarán sobre ti, queriendo cobrarte (obviamente) un precio desproporcionado. Mantén la calma. Hay muchos conductores y tienes donde elegir: ¿quieres sentarte en el asiento de delante? ¿Cuanto quieres pagar? No hay horarios establecidos para los taxis compartidos así que salen según se van llenando…
Pues esto fue todo aqui 🙂
Y para saber algo más sobre Uzbekistan: https://999millas.net/category/paises/uzbekistan/
O su propia web oficial: https://uzbekistan.travel/en/
Foto y textos: Mike !