Jiva
Si eres una persona normal cuando llegues a la vozkhal (estación) de Jiva te cogerás un taxi para que te deje en la Puerta Oeste, donde puedes comprar el ticket para entrar en las diferentes atracciones turísticas
Si eres un anormal como yo te irás andando; atravesarás los arrabales ante el jolgorio de los vecinos y alcanzarás la Puerta Este, donde te espera un espectaculo como este
Supongo que una vista como esta aguardaba a los integrantes de las caravanas que atravesaban el desierto trayendo y llevando mercancías desde China a Estambul: según entras te asaltan los alegres gritos de los mercaderes de todo tipo de mercaderías, ansiosos por ser los primeros en desplumar al viajero que ha logrado con éxito salvar el desierto que rodea esta ciudad.
Jiva está estructurada como un campo militar romano, con dos calles principales que van de este a oeste y de norte a sur.
En estas calles (y en casi todas las adyacentes) decenas de puestillos te venden las cosas más típicas para los turistas y las más inconcebibles…como los extraños gorros uzbekos, muy calentitos, sí, pero de una estética cuestionable.
Aunque parezca mentira el gorro en cuestión es “de verdad” y ha seguido usándose en todo Uzbekistan a lo largo del tiempo: estamos en mitad del desierto y notarás cómo te achicharras durante el día pero, al ponerse el sol, inmediatamente la temperatura desciende de manera radical y hay que abrigarse…por lo tanto un primer consejo: llevar ropa de verano y de invierno a la vez, por muy engorroso que sea esto.
Lo de los puestillos puede parecer baladí pero una señora que me encontré en el tren y que tenía el suyo en en el Khuna Ark (uno de los mas ilustres edificios de la ciudad) me comentó que el “derecho al puestillo” se transmitía de generación en generación (y ya tenía a su guapísima nieta trabajando allí)
Gírate para admirar las murallas. Antiguamente se formaban por una mera argamasa de arena y barro compactados, así que su mantenimiento debiera ser trabajoso e ineficiente, pero el gobierno uzbeko las mantiene así de bien conservadas
Una vez que estés en la Puerta Oeste a las afueras de la muralla hay una pequeña oficina donde comprar un ticket válido para dos dias que te permite ver casi todas las atracciones de Jiva (unos 117.000 soms creo recordar, 10 euros).
Ya estamos listos para visitar la ciudad…¿con guía o sin guía? Parece ser que la tarifa oficial son 20 US$ por persona por un tour que más o menos abarca de 9:30-14:30.
Yo personalmente me quede un tanto insatisfecho con la mía: pasaba volando por cada uno de los spots y fuera de la información memorizada y que recitaba con sovietica precisión poco más te iba a decir…
La visita
Aconsejo al que vaya a Jiva dedicar la mañana y el mediodía a visitar los edificios, y para dar un paseo por la ciudad que elija el atardecer y la noche, que son espectaculares.
Supongo que este minarete, el Minarete Kaltaminor es como la Torre Eiffel de Jiva, su punto más característico, al lado de la Puerta Oeste.
Tiene este aspecto achaparrado porque se supone que iba a ser muuuuucho más alto….Diversas leyendas explican el porqué se detuvo su construcción, dejándolo a medias: que si el hermano del khan (rey local) que lo inició detuvo la construcción para que su (fallecido) hermano no fuera recordado por ello, que si justo a esa altura se podían vislumbrar a las mujeres del harem del cercano Khuna Ark etc
Efectivamente, a corta distancia del minarete se encuentra el Palacio original de los khanes que regían esta ciudad: el Khuna Ark
“Ark” significa “ciudadela” y tanto aquí como en Bujará te vas a encontrar con una de ellas: constituye el emplazamiento de los khanes de estas ciudades, sus palacios-fortalezas
En la corte del khan, como en toda Asia, todo tiene un ritual: por la puerta de la derecha sólo podía acceder el propio khan, la del centro estaba reservada a los extranjeros y la de la izquierda era por donde entraban los súbditos locales a plantearle las peticiones o suplicas correspondientes.
Más allá de este elegante porche con azulejos lo mejor del Khuna Ark es subir arriba del todo, a una especie de atalaya o nido de águila desde el que se domina toda la ciudad.
Si bien todo el mundo os dirá que vayáis allí a ver el ocaso yo, que estuve andando por las murallas adyacentes, os puedo decir que estaba lleno de gente, si bien es cierto que el tramo de atalaya disponible allí arriba es amplio. Desde las murallas la vista es casi igual de buena, pero estás tú solo. Puedes acceder a las mismas desde la Puerta Norte
Por citar algún otro edificio que me impresionó sería la Mezquita Juma, en todo el centro de la ciudad; de nuevo, hay una “Masjid Juma” (Mezquita del Viernes) en todas las ciudades uzbekas
Las columnas, talladas y totalmente diferentes las unas de las otras, estan colocadas con brutal precisión de tal manera que si miras una de frente no verás las que están detras de la fila.
A diferencia del este de Uzbekistan, donde la(s) hora(s) del rezo es universalmente respetada (cierran los comercios, todos se ponen a rezar, independientemente de lo que estuvieran haciendo 5 segundos antes de la llamada del muecín) aquí al oeste, en mitad del desierto, se lo toman con mucha más calma….
Algo sobre las madrasas, que te vas a ir encontrando en todo tu recorrido por Uzbekistan: si bien en la antigüedad servían de centros de aprendizaje para que alumnos de cualquier condición social pudieran acceder a los estudios coránicos (siendo becados por las autoridades) hoy en día las pequeñas celdas o habitaciones que eran ocupados por estudiantes han sido tomadas por los comerciantes…más puestillos de venta de souvenirs o talleres de artesanos
Para los diferentes mandatarios musulmanes la creación y dotación económica de madrasas constituía no sólo un acto piadoso con los más humildes (en línea con el mejor Islam) sino un elemento para afirmar su propio prestigio para el pueblo y pasar a la eternidad…no es de extrañar el espectacular y carísimo trabajo con azulejos de su entrada.
Curiosamente al lado de uno de los sitios mas turísticos de la ciudad puedes contemplar el contraste entre el pasado y el futuro: si caminas por la plaza y te metes en una especie de ghetto vallado te encuentras con las casas de los escasos habitantes de la ciudad interior: calles sin asfaltar, llenas de boquetes, sin urbanizar y hoteles y casas de huéspedes que van surgiendo como setas así sin plan alguno, tirando de red eléctrica y wifi mas o menos como improvisan…
Por eso recomiendo visitar Uzbekistan tan pronto como se pueda, antes de que este tipo de ciudades empiecen a ser colonizadas por el turismo de masas y se pierda el aroma de “ciudad del desierto” que todavía retiene
Un sitio al que, sin embargo, no recomendaría entrar (este no entra en lo que te cubre el ticket único) es el Mausoleo de Pahlavon Mahmud.
Este hombre debió de ser un heroe nacional uzbeko en tiempos pretéritos y su tumba se encuentra en este lugar. Si bien ello significa que sea muy importante para los uzbekos el edificio en sí, más allá de su maravillosa cúpula envuelta en azulejos azules, no justifica los 35.000 soms (3 euros) que cuesta entrar
La comida
Entre tanta atracción turística tocará comer algo.
Supongo que este es un buen lugar para ir probando una de las especialidades de Uzbekistan, el plov
Arroz, verdura y carne de cordero, claro (todo aquí lleva carne, es terrible…); da igual que sea un restaurante pijo en la zona noble de las ciudades o en uno de carretera, siempre tendrás ese plov ahí esperándote, aunque me comentó un amigo viajero que es costumbre no servirlo a partir de las 13:00 (?) desconozco si me tomaba el pelo o no…
Por cierto, si acudes a un restaurante más humilde podrás disfrutar de un espectáculo muy local: el plov se cocina en gigantescas ollas (de altas como hasta la cintura) y simplemente vas con tu cuenco o con tu plato y te sirven así de la olla, metiendo el cuenco dentro sin problema alguno con el resto de la gente. Tendrás plov en el restaurante hasta que se vacíe la olla….
Y todo esto tiene que venir aderezado por un poco de chai (té), mejor si es te verde. Nadie toma café en Uzbekistan, un producto más pensado o para los estudiantes o para los turistas; aquí lo típico es juntarse en una mesa y pedir o bien una tacita (2.000 soms) o la tetera entera (6.000 soms)
Por desgracia en Uzbekistan las alternativas culinarias son un poco limitadas, básicamente se reducen a esto que pongo aquí abajo
Carne de cordero en muy variadas presentaciones, básicamente….ni una ensalada, ni un pescado, nada de pasta…carne y más carne
Decía antes que el atardecer es el mejor momento para caminar y perderse un poco por Jiva
Una vez que la población local desmonta los puestillos y cierran las tiendas y demas atracciones turísticas, la ciudad se vacía y te quedas a solas con ella. Parece ser que la mayoría de la gente vive extra muros y que en el interior solo han “sobrevivido” al embate turístico 500 familias.
Las viviendas más próximas a la parte norte y sur de la ciudad prácticamente están en ruinas, pero por todas partes hay obras y se van construyendo hoteles, restaurantes etc….y no solo eso (afortunadamente): en las plazas donde antes reinaba sólo el cemento se están plantando en cantidades ingentes arboles y flores, con lo que dentro de unos años será una ciudad más bonita que ahora.
Pero mucho mejor es salir aquí por la noche (y no me refiero de fiesta). Está claro que el gobierno uzbeko se ha tomado en serio hacer de Jiva un lugar espectacular y la iluminación de los edificios por la noche es alucinante.
Transporte desde Jiva
Por último…
¿Cómo salimos de Jiva?
Si has venido en tren obviamente no hay ningún problema, la estación está al lado.
Si quieres coger un taxi compartido a algún sitio estos son los pasos a seguir:
- Vete a la Puerta Norte
- Constantemente pasan por allí tanto mashrutkas (furgonetas pequeñas) como taxis compartidos con destino a Urgench, la ciudad grande más cercana
- El paseo hasta Urgench (20-25 min) en taxi compartido no debería salir más de 12.000 soms si paras en mitad de la ciudad, en el mercado
Por cierto, cuando digo “taxi compartido” significa exactamente eso: compartirás el viaje con otras 3 personas; si quieres la plaza delantera del taxi te costará un poco más. Estos taxis sólo salen cuando se llenan todas las plazas, por lo que te puede tocar esperar un rato hasta que lleguen otras 3 personas salvo que quieras pagar tú el importe de las personas que falten…
¿ Y si quiero ir a Tashkent o Bujará?
Hay una parada especial de taxis compartidos bastante lejos del centro urbano de Urgench, en la C/ Ulitsa Mustakilik, unos 500 metros al norte de la mezquita Akhunbaba
Dile al taxista que vaya con ojo, que está casi escondida y no se ve bien !
El viaje hasta Bujará no puede sobrepasar los 120.000 soms y vas a disfrutar de un increíble viaje a través del desierto, viendo como la arena se come a la autopista, esquivando conductores locos y parando en abandonados restaurantes de carretera, muy en plan mercader de la Ruta de la Seda
Si continúas hasta Tashkent el taxista te dejará en Bujará en una lejana estación de taxis compartidos donde puedes empalmar con otro hasta allí.
Pues nada, espero que os haya gustado Jiva; a mí de las tres ciudades clásicas de Uzbekistan (Jiva, Bujará y Samarcanda) es la que más me gustó
Para saber algo más sobre Uzbekistan: https://999millas.net/category/paises/uzbekistan/
O en su propia web oficial: https://uzbekistan.travel/en/
Foto y texto: Mike !